perfecto para explorar la ciudad y disfrutar de la cultura local

La experiencia fue increíble, con un desayuno variado y delicioso que te prepara para un día de exploración, además de estar muy cerca de puntos emblemáticos como la Iglesia de Stavropoleos y el Museo de Historia de Bucarest, todo a menos de 10 minutos a pie, lo que hizo mis paseos mucho más fáciles y agradables.

La calefacción no calentaba lo suficiente y los muebles son tan viejos que ni los puedo describir. Además, esperaba un trato especial por ser un huésped tan distinguido, pero solo recibí un secador averiado tras insistir varias veces. Casi hago una buena reseña, pero la falta de cuidado lo impidió.

Sorpresa? Y de las gordas

Al llegar, la vista era espectacular, pero los muebles viejos se notan. La atención del personal varía, encontrando algunos amables y otros no tanto. Desayuno variado, pero servido lentamente. El wifi era inestable. El spa necesita más atención. Sin embargo, la ubicación es perfecta para explorar la ciudad.

Las instalaciones del spa son amplias y tienen una vista espectacular de la ciudad.

El jacuzzi no estaba en funcionamiento durante mi estancia, lo que fue bastante decepcionante.

una estancia buena, pero podría mejorar

La ubicación es excelente, justo al lado del centro. La habitación era espaciosa y contaba con una vista impresionante de la ciudad. El desayuno ofreció una buena variedad, aunque algunas opciones eran un poco básicas, lo que no esperaba de un hotel de esta categoría.

El servicio en el spa no fue el mejor. le faltaba atención al detalle y varias instalaciones estaban fuera de servicio.

Todo muy bien ubicado cerca del centro.

La variedad del desayuno y el spa fue mínimo.

Recomendaría este lugar para una parada relámpago.

Habitaciones amplias, instalaciones cómodas, ofrecen un restaurante agradable donde disfruté de un desayuno variado con opciones frías que incluían frutas frescas y un café delicioso antes de explorar la ciudad, que está a solo 2.5 km de distancia tranvía de la estación principal.

Estoy absolutamente satisfecho.

la habitación tenía un balcón increíble con vistas a la ciudad , el desayuno ofrecía una gran variedad de alimentos frescos , y el personal siempre está dispuesto a ayudar con cualquier consulta. un verdadero placer 👍😊

un servicio excepcional y un desayuno increíble que supera expectativas

La ubicación del hotel en Bucarest es inmejorable. Las habitaciones son amplias, con vistas impresionantes, y el desayuno es variado y delicioso. El personal es amable, siempre dispuesto a ayudar.

El spa fue un gran alivio tras un día explorando la ciudad. Disfruté de la variedad de alimentos en el desayuno, con una selección tanto de platos fríos como calientes. La ubicación es ideal, cerca del casco antiguo, lo que facilita el acceso a la cultura local.

Sería ideal que la calefacción funcionara mejor en las habitaciones, ya que pasamos un poco de frío durante la noche.

Las habitaciones son espaciosas y ofrecen una comodidad bastante decente, ideales para descansar después de un día explorando. El Spa cuenta con buenas instalaciones, aunque el agua estaba un poco fría.

Las instalaciones en general están descuidadas, con muebles viejos y puertas que se bloquean. La calefacción en la habitación no calentaba lo suficiente, y la bañera estaba vieja, perdiendo agua. Además, la calidad del desayuno no fue la mejor, ya que la bollería estaba dura y el servicio en el Sky Lounge fue deficiente, con una camarera que no entendía bien las órdenes y ofrecía opciones limitadas. Falta un atención más cuidada en el spa, ya que no había personal supervisando, y solo había una sauna funcional.

Excelentes vistas y desayuno variado

Disfruté de una estancia de dos noches en este hotel. La habitación era amplia y estaba en el piso 18, ofreciendo unas vistas espectaculares de la ciudad. El desayuno fue un punto fuerte, con una selección variada que incluía tortillas y crepes preparados al momento. Sin embargo, el jacuzzi del spa no estaba en funcionamiento, lo que fue una decepción.

La ubicación del Grand Hotel es inmejorable, a solo unos minutos del centro de la ciudad y del Teatro Nacional. La habitación fue amplia y limpia, con una vista impresionante desde el piso 18. El desayuno fue un momento destacado. contaba con zumos naturales, frutas frescas y una variedad de bollería. Además, ofrecen tortillas, crepes y gofres preparados al momento. El spa, aunque pequeño, brindó un alivio agradable después de un día de trabajo, con varias instalaciones disponibles.

El jacuzzi no estaba en funcionamiento durante la estancia.